Denuncia que Cort despida a los trabajadores de seis bibliotecas de Palma: "Les han tratado como basura"

Un usuario de las bibliotecas municipales de Palma denuncia que el Ayuntamiento despida a los trabajadores de las seis bibliotecas de la ciudad que llevan más de 20 años en manos privadas y que, a partir del 1 de julio, pasarán a ser de gestión pública. 

Asegura que las bibliotecas de Nou Llevant, Son Cladera, Son Sardina, El Coll d'en Rabassa, Son Ximelis y Son Gotleu llevan "toda la vida" siendo gestionadas por una empresa privada externa al Ayuntamiento y, por tanto, los trabajadores de estas bibliotecas siempre han sido contratados por esta empresa, trabajando en bibliotecas públicas y desempeñando el mismo trabajo y funciones que el resto de trabajadores del resto de bibliotecas públicas de Palma, pero cobrando casi 600 euros menos mensuales y trabajando los sábados por la mañana, algo que las de gestión pública de las barriadas no hacen.

"A pesar de esto, nunca se han quejado, han tratado a los usuarios de una forma vocacional todo este tiempo y siempre habían sido tenidos en cuenta por el Ayuntamiento cuando había reuniones o acontecimientos que implicaran a los trabajadores de todas las bibliotecas de Palma", detalla. 

Lamenta que, de repente, en febrero de este año, los trabajadores de estas bibliotecas recibieron un simple email en el que se les notificaba la decisión unilateral y repentina del ayuntamiento de Palma de echarlos a la calle el día 30 de junio: "Desde ese mismo momento, los trabajadores han hecho lo imposible por dialogar con el Ayuntamiento e intentar tener una oportunidad para no ser despedidos o tener alguna posibilidad de optar a permanecer en su plaza".

"La respuesta del Ayuntamiento en todo momento ha sido concisa y clara: 'La decisión ya está tomada y es unilateral, gracias por los servicios prestados durante todo este tiempo'. Lo peor es que estas plazas no salen a concurso-oposición-bolsa... nada. Los trabajadores serán despedidos el 30 de junio sin opción a nada y su lugar será ocupado por funcionarios. Punto", denuncia. 

TRABAJADORA DE LA BIBLIOTECA DE SON CLADERA

Indica que detrás hay casos "exagerados", como la trabajadora de la biblioteca de Son Cladera, que lleva 21 años en esa biblioteca: "Ella la ha abierto, ha visto crecer a los niños y convertirse en adultos y crear sus propias familias y traer ahora estos a sus hijos. Para ella es su biblioteca. Ante la falta de atención y mantenimiento por parte de Cort durante todos estos años, ella se ha encargado de comprar y traer cosas propias a la biblioteca, de decorarla cada vez que hay algo importante para los niños y de conservarla. Todos los usuarios de la biblioteca le tenemos un cariño especial e incluso hubo una movilización de recogida de firmas para evitar el despido, pero no ha servido de nada. Además de echarla a la calle, no quieren contarle los 21 años que tiene de experiencia en la biblioteca. Según el Ayuntamiento, se queda en la calle y es como si nunca hubiera trabajado en una biblioteca municipal".

Añade que también es "conmovedor" el caso de la biblioteca de Son Gotleu, que en esta ocasión cuenta con dos trabajadores, el bibliotecario general y la chica que está por las tardes en la sala infantil con los niños.

"El bibliotecario es muy respetado en la biblioteca por lo bien que realiza su trabajo y el amor que tienen los niños hacia la chica que se encarga de realizar actividades y pasar las tardes con ellos es espectacular. Son niños de un barrio marginal, con muchísima inmigración, donde para muchos niños esto es muy importante, aprenden, sociabilizan, comparten, pasan el rato... y ahora que habían conseguido estabilidad y apreciar a alguien, el Ayuntamiento se la quita", critca

"Quiero insistir en que el Ayuntamiento lo ha hecho unilateralmente y ya no es que no haya dado oportunidad alguna a los trabajadores, tratándolos como basura, sino que a los usuarios tampoco se nos ha escuchado ni preguntado. Entendemos lo que se está haciendo, pero no la manera y las formas de realizarlo. Por último, decir que Cort se ha encargado de hacerlo todo premeditado y con alevosía, dejándolo todo más que atado para que si la semana que viene pierden las elecciones y pierdan el poder, los que vengan, no puedan deshacer ni revertir la situación", concluye. 

Crónica Balear se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Palma, pero todavía no ha obtenido una respuesta.