Palma XXI afirma que el eje cívico de Cotlliure suponía una "oportunidad para mejorar la calidad de vida"

La asociación ciudadana Palma XXI ha criticado la decisión del Ayuntamiento de Palma de renunciar a la financiación para la ejecución del proyecto del eje cívico de Cotlliure y la inversión en el transporte público, ya que, desde su punto de vista, suponía una "oportunidad para mejorar la calidad de vida de los vecinos de los barrios Cas Capiscol y Camp Redó".

La organización ha señalado que ha solicitado los informes en los que el Ayuntamiento de Palma ha sustentado esta decisión --documentos que esperan "poder consultar en breve"--, ya que "existen numerosos estudios que avalan la pacificación y naturalización de los entornos urbanos como principal medida de mejora de la salud humana, especialmente en edades tempranas", según ha subrayado a través de un comunicado.

Así, han aseverado que, por ejemplo, algunas de las principales causas del aumento de los trastornos mentales son "la contaminación y el descenso progresivo de oportunidades para que los niños y adolescentes hagan uso del espacio público de forma independiente, sin supervisión ni control directo por parte de adultos".

"Los científicos advierten también que la contaminación reduce el tamaño de los pulmones de los niños y que la implementación de zonas de bajas emisiones lleva asociada una reducción de problemas cardíacos y circulatorios, por lo que se puede incrementar la esperanza de vida hasta en dos años y medio", han añadido.

Del mismo modo, han indicado que otros informes sobre calidad del aire en entornos escolares, señalan a los gases contaminantes como "principal causa del asma infantil y de las alergias", así como de "retrasos en el desarrollo cognitivo de niños".

En contraposición, han defendido que por cada incremento del 3% en el verde urbano, el coeficiente intelectual de los niños entre 10 y 15 años crece en 2,6 puntos, un efecto que se observa tanto en áreas pobres como ricas.

"En cuanto al aspecto económico, los resultados de proyectos similares llevados a cabo en otras ciudades españolas y europeas lanzan conclusiones claras, ya que por cada euro invertido en transporte público aporta cuatro al conjunto de la economía, y en el caso concreto de Copenhague, cada kilómetro de carril bici supone un retorno de medio millón de euros en términos de ahorro de tiempo, salud y atropellos evitados", han manifestado.

Igualmente, tras el análisis de miles de transacciones en grandes ciudades españolas, se evidencia que "la conversión en zona peatonal incrementa las ventas de los comercios" y que "las personas que se desplazan a pie, en bicicleta o en transporte público gastan más en establecimientos locales que las que se mueven en coche".

Por estos motivos, desde Palma XXI han manifestado su "disconformidad" frente a la decisión del Ayuntamiento, al considerar que esta peatonalización, como cualquier proyecto que priorice a los peatones frente al coche, "supone una oportunidad en cuanto a la mejora de la calidad de vida de los vecinos y en especial para la infancia de estos barrios, por la proximidad de hasta 13 equipamientos educativos".