Ona Carbonell, divulgadora de su deporte, voz de las madres deportistas

Carbonell ganó 22 medallas mundiales a lo largo de su carrera

EFE | 19/05/2023

EFE

La nadadora Ona Carbonell, que anunció este viernes su retirada, logró poner en el foco una disciplina minoritaria como la natación sincronizada y, ya en la fase final de su carrera, consiguió algo aún más complicado: abrir un debate sobre las retos que afrontan las deportistas de élite cuando son madres.

Carbonell (Barcelona, 1990) ganó 22 medallas mundiales a lo largo de su carrera, entre ellas la plata en dúo y el bronce por equipos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. También participó en los juegos de Río 2016 y Tokio 2020, tras una breve retirada.

Heredera de la pionera en España de la natación sincronizada, ahora llamada artística, Gemma Mengual (20 medallas mundiales), Carbonell sacó su deporte de las piscinas y lo llevó a las escuelas y a las empresas, donde expuso sus innovadores métodos de entrenamiento, las conexiones de la 'sincro' con la moda, con la psicología o con la educación.

Su especial relación con el agua se dejó notar siempre en su manera de competir, muy pasional pero técnicamente perfecta.

A ella, explicó, los dolores musculares le llegaban siempre cuando ponía los pies sobre la tierra y perdía la ingravidez que le proporcionaba el agua. Se sentía un poco astronauta.

Comenzó a ganar medallas mundiales en 2007 y siguió ganándolas hasta 2019. La suya ha ido una carrera muy larga que comenzó cuando tenía 13 años y entró en el CAR de San Cugat. Venía de la gimnasia, pero el agua la atrapó.

En agosto de 2020 tuvo a su primer hijo, Kai, y cuando quiso retomar la competición para ir a los Juegos de Tokio se dio cuenta de lo difícil que era conciliar maternidad y deporte. "Es un tema tabú", dijo.

"Hay compañeras que quieren ser madres y no lo son por el miedo psicológico. Una parte por la que afronto esta vuelta es por visibilizar que las mujeres podemos con todo, pero necesitamos ayuda", dijo.

En 2022 nació su segundo hijo, Teo.

Su lema, 'los buenos se quejan y los mejores se adaptan', le sirvió para hacer frente a cualquier circunstancia. Siempre opinó que "el deportista es un 80% mental y 20% físico".

Si solo una de sus medallas mundiales fue de oro (2009, combo) fue por la aplastante superioridad de las nadadoras rusas, a las que persiguió siempre de cerca, sin renunciar a alcanzarlas.

Al despedirse ha señalado que "no hay un momento perfecto" para la retirada. "Pero con el segundo hijo", añadió, "iba viendo que no me apetecía estar tanto en el agua. He hecho lo que mi corazón me ha pedido. Desde hace unos meses he pensado que ya era suficiente y ahora quiero retarme en otros entornos y crecer como mujer en aspectos diferentes"

Cursó y terminó estudios en la Escuela Superior de Diseño de Sabadell y fue autora del diseño de los bañadores que presentó el equipo español en los campeonatos del mundo de Barcelona en 2013.

Su retirada deja un vacío en los deportes acuáticos en España.

Sentimiento general

Si te equivocas de voto, puedes desmarcarlo volviendo a hacer clic en el voto erróneo.
0
Comentarios

Hola!, escribe un comentario para esta noticia.Comentar


Lo más visto de la semana
Lo más comentado de la semana