El Canal de Corinto, una destacada obra de ingeniería

El Canal de Corinto, una destacada obra de ingeniería que divide la península del Peloponeso del territorio continental de Grecia, ha sido recientemente reabierto tras un cierre prolongado. Este importante canal, con una longitud de algo más de 6,3 kilómetros y menos de 25 metros de ancho, es una ruta crucial en la navegación por aguas griegas, aunque su tamaño restringe el paso a grandes buques de carga.

El canal había estado cerrado desde enero de 2021 debido a un deslizamiento de tierra que afectó gravemente su estructura. Los trabajos de limpieza y reparación se extendieron por más de un año, incluyendo obras de drenaje y afianzamiento de los desprendimientos en sus riberas.

La complejidad de estas reparaciones llevó a temores de que el canal no pudiera reabrirse para el verano de 2022. Sin embargo, a pesar de que la limpieza aún no se ha completado, las autoridades decidieron permitir la reapertura del canal durante la temporada turística de tres meses​​​​.

El canal de Corinto no solo es una ruta de navegación vital, sino también una gran atracción turística. Construido a finales del siglo XIX y abierto en 1893, el canal acorta significativamente la ruta entre el golfo Sarónico del mar Adriático y el golfo de Corinto del mar Jónico, ahorrando a los navegantes un rodeo de cerca de 300 millas alrededor de la península del Peloponeso. Esta ruta histórica, concebida desde la antigua Grecia, ha sido una parte esencial del comercio y la navegación en la región durante siglos. En la antigüedad, antes de la construcción del canal actual, los barcos eran transportados sobre troncos a través de un camino terrestre pavimentado con piedras, conocido como Dhiolkos, tramos de los cuales aún se conservan paralelos al moderno canal.

La importancia del Canal de Corinto no solo radica en su función práctica para la navegación, sino también en su valor histórico y turístico. La ruta que proporciona, aunque limitada a embarcaciones con una manga de menos de 17 metros, ha sido una solución esencial para el comercio y la navegación en la región, evitando un desvío considerable alrededor del Peloponeso. Además, su impresionante arquitectura y la belleza del paisaje circundante lo convierten en un destino atractivo para turistas y amantes de la historia.

La reciente reapertura del canal ha sido un alivio tanto para la industria marítima como para el sector turístico, especialmente teniendo en cuenta las preocupaciones previas de que las reparaciones no se completarían a tiempo para la temporada turística de verano de 2022. Este evento marca un hito importante en la historia del canal y refleja el compromiso continuo de Grecia con la preservación y mejora de sus recursos e infraestructuras históricas​​​​.