Advierten de que las pajitas de papel pueden ser más peligrosas para la salud que las de plástico

Las pajitas de papel, a menudo consideradas "ecológicas" por su no asociación con el plástico, en realidad contienen sustancias químicas duraderas y potencialmente tóxicas, según revela un nuevo estudio publicado en la revista 'Food Additives and Contaminants'.

Este análisis, el primero de su tipo en Europa y el segundo en el mundo, fue llevado a cabo por investigadores belgas que examinaron 39 marcas de pajitas en busca de un grupo de sustancias químicas sintéticas conocidas como sustancias poli y perfluoroalquiladas (PFAS).

El estudio descubrió la presencia de PFAS en la mayoría de las pajitas analizadas, principalmente en las de papel y bambú. Estos compuestos químicos son utilizados en la producción de artículos cotidianos como ropa de exterior, utensilios antiadherentes, productos resistentes al agua y al calor. Sin embargo, presentan riesgos potenciales para la salud humana, la fauna y el medio ambiente.

Los PFAS tienen una degradación lenta y pueden perdurar en el medio ambiente durante miles de años, ganándose la denominación de "sustancias químicas eternas". Se les ha vinculado a diversos problemas de salud, como respuestas reducidas a las vacunas, bajo peso al nacer, trastornos tiroideos, incremento en los niveles de colesterol, daño hepático, cáncer renal y testicular.

El doctor Thimo Groffen, científico medioambiental de la Universidad de Amberes (Bélgica), quien participó en el estudio, advierte que, a pesar de que las pajitas hechas de materiales vegetales como papel y bambú se promocionan como más sostenibles y ecológicas, la presencia de PFAS en ellas demuestra que esta afirmación no siempre es cierta.

A medida que se prohíben cada vez más los productos de plástico de un solo uso en numerosos países, incluyendo las pajitas, las opciones de origen vegetal han ganado popularidad como alternativas. Sin embargo, este estudio plantea dudas sobre la seguridad y sostenibilidad real de dichas opciones.

El estudio analizó pajitas adquiridas en tiendas, supermercados y restaurantes de comida rápida. La mayoría de las marcas (27 de 39, es decir, 69%) contenían PFAS, y se identificaron 18 PFAS diferentes en total.

Las pajitas de papel eran las que más frecuentemente contenían PFAS, encontrándose en 18 de las 20 marcas analizadas (90%). También se hallaron PFAS en 4 de 5 marcas de pajitas de bambú (80%), 3 de 4 marcas de pajitas de plástico (75%) y 2 de 5 marcas de pajitas de vidrio (40%). No se encontraron PFAS en ninguna de las cinco marcas de pajitas de acero analizadas.

El PFAS más comúnmente detectado fue el ácido perfluorooctanoico (PFOA), el cual ha sido prohibido a nivel mundial desde 2020. También se identificaron el ácido trifluoroacético (TFA) y el ácido trifluorometanosulfónico (TFMS), PFAS de "cadena ultracorta" altamente solubles en agua, lo que indica que podrían filtrarse desde las pajitas hacia las bebidas.

Aunque las concentraciones de PFAS detectadas en las pajitas eran bajas y, en general, suponen un riesgo limitado para la salud humana debido al uso ocasional de las pajitas, es importante considerar que los PFAS pueden permanecer en el organismo durante largos períodos y sus concentraciones pueden aumentar con el tiempo.

"Pequeñas cantidades de PFAS, aunque no son dañinas por sí mismas, pueden sumarse a la carga química presente en el cuerpo", advierte Groffen.

No se ha determinado si los PFAS fueron agregados a las pajitas como parte de su impermeabilización o si son resultado de contaminación. Las posibles fuentes de contaminación podrían incluir el suelo en el que se cultivaron los materiales vegetales y el agua utilizada en el proceso de fabricación.

Groffen concluye recomendando a los consumidores que opten por pajitas de acero inoxidable, que demostraron no contener PFAS en el estudio, o que simplemente eviten su uso.