Así es como la dieta moderna está perjudicando tu salud

En las últimas décadas, la alimentación general de las personas ha cambiado mucho. En concreto, ha aumentado sensiblemente el consumo de alimentos procesados, y los niveles de grasas y azúcares se han disparado.

Ya sea por las prisas, el estrés o por mero descuido, la gente no suele plantearse demasiado los efectos adversos que puede tener una alimentación deficiente. Y, aunque durante los últimos tiempos parece haber resurgido un interés por llevar una alimentación mejor y por consumir suplementos proteínicos que apoyan la digestión, el vertiginoso ritmo del día a día nos expone, a diario, a una dieta fácil y poco saludable que parece incidir directamente en un aumento de alergias e intolerancias.

LAS ALÉRGIAS, CADA DÍA MÁS PRESENTES EN NUESTRAS VIDA

Durante los últimos años, las diferentes alergias alimentarias, así como algunas intolerancias, parecen haber aumentado hasta el punto de convertirse en un factor cotidiano. De hecho, la propia industria alimentaria parece haber abrazado esta realidad: por ejemplo, es muy habitual encontrar secciones dedicadas a los productos libres de gluten y ya existen todo tipo de productos que permiten evitar la lactosa.

La oferta, en este sentido, ha crecido. Según los estudios del CSIC, las alergias han aumentado en la sociedad occidental, así como otros síntomas relacionados. Solo en Europa, por ejemplo, ya podemos encontrar entre un 1 % y un 4 % de adultos diagnosticados, y de un 6% a un 8 % de niños.

Tanto alergias como intolerancias, pues, son problemas cada día más presentes en nuestras vidas. Y la razón, al menos en parte, podría deberse a la alimentación actual.

LA DIETA, UN FACTOR RELEVANTE EN EL AUMENTO DE ALERGIAS

Tanto las alergias como las intolerancias son reacciones adversas que, aunque diferentes, pueden ser producidas por una serie de alimentos habituales en la dieta occidental. Así, hay efectos que pueden ser de origen toxicológico, aunque otros van a depender de una hipersensibilidad propia de cada persona.

¿Y cuáles son las causas de este aumento? En realidad, son varias: el factor genético sigue estando presente, ya que las alergias pueden ser heredadas, pero otros factores externos, como la dieta, parecen jugar un papel fundamental. De hecho, los estudios han arrojado luz sobre la relación existente entre la obesidad y el aumento del riesgo de padecer alergias alimentarias.

Asimismo, hoy en día es habitual consumir alimentos procesados y ricos en grasas; y estas mismas grasas, al parecer, tienen efecto sobre la propia permeabilidad de las células epiteliales. Esto, concentrado en la mucosa intestinal, se ha convertido en un factor que contribuye al aumento de las afecciones alérgicas.

Por otro lado, la falta de vitamina D podría ser otro de los detonantes a considerar debido a que los alimentos procesados contienen cantidades menores de este nutriente, lo que facilita sufrir déficit nutricional.

Todos podemos padecer una alergia alimentaria, pero una dieta poco adecuada podría ser un factor que contribuiría a aumentar este riesgo. Por ese motivo, cuidar nuestra alimentación se convierte en una necesidad si no queremos tener este tipo de problemas.