Estos son los peores hábitos de higiene

Algunos de los malos hábitos de higiene que quizás no sabías que tenías y cómo puedes cambiarlos

Redacción | 25/11/2023

Mantener una buena higiene personal es fundamental para prevenir enfermedades, infecciones y malos olores pero en ocasiones, algunos hábitos pueden no ser excesivamente buenos y acabar afectando a la salud o la imagen. Por ello, es evidente que los hábitos de higiene desempeñan un papel fundamental en la salud y el bienestar de las personas.

MALOS HÁBITOS DE HIGIENE MÁS HABITUALES 

    - Utilizar el celular en el retrete: Puede ser tentador llevar el celular al baño y revisar las redes sociales, pero estos dispositivos acumulan muchos gérmenes que luego acabarán en otras áreas, como puede ser la cara si se toca después.

    - No bajar la tapa del inodoro cuando se tira de la cadena: Dejar abierta la tapa del váter es otro descuido habitual en hogares y aseos públicos. Y el asunto es preocupante teniendo en cuenta que, cuando se tira de la cadena, los gérmenes fecales se reparten por la estancia como si se rociara un aerosol de heces por el baño. Y dichas bacterias pueden llegar incluso hasta los cepillos de dientes.

    - No limpiarse bien después de ir al baño: Limpiarse adecuadamente después de ir al baño mantendrá la ropa interior limpia y los olores desagradables a raya. Es importante limpiar siempre de adelante hacia atrás para mantener alejadas las bacterias.

    - No lavarse las manos: La falta de lavado de manos es uno de los peores hábitos de higiene. Las manos son un vehículo común para la transmisión de gérmenes y enfermedades. No lavarse las manos después de usar el baño, antes de preparar alimentos o después de tocar superficies contaminadas puede llevar a la propagación de infecciones.

    - No cepillarse los dientes regularmente: El mal aliento, las caries dentales y las enfermedades de las encías son consecuencias de no mantener una buena higiene bucal. El cepillado regular, el uso del hilo dental y las visitas al dentista son esenciales para evitar estos problemas.

    - Lavarse los dientes de forma inapropiada: Es fácil ser descuidado cuando se trata de cepillarse los dientes, especialmente cuando todavía uno está medio dormido. No obstante, hay que asegurarse de cepillarse, como mínimo, durante dos minutos completos dos veces al día.

    - Guardar el cepillo de dientes cerca del retrete: Si el cepillo de dientes se encuentra cerca del inodoro, se corre el riesgo de sufrir alguna contaminación cruzada.

    - Usar demasiado enjuague bucal: El enjuague bucal en realidad puede ser demasiado duro para algunos. Los enjuagues bucales a base de alcohol tienden a deshidratar la boca, por lo que es mejor usar enjuague bucal con moderación durante la semana.

    - No ducharse o bañarse regularmente: La falta de higiene corporal puede llevar a la acumulación de sudor, bacterias y malos olores. Además, puede contribuir a problemas de piel como la irritación y las infecciones. Tampoco hay que olvidar que el agua y el jabón pueden prevenir el acné, las erupciones cutáneas y las infecciones potencialmente mortales.

    - Lavarse el cabello todos los días: El cuero cabelludo produce aceites naturales que son importantes para tener un cabello sano y brillante, y cuando se lava con champú, se elimina la suciedad y el exceso de grasa. Sin embargo, si se hace con demasiada frecuencia, al final, dará lugar a un cabello seco y menos brillante.

    - No lavarse nunca el cabello: El cuero cabelludo no solo comenzará a oler, sino que las bacterias acabarán obstruyendo los folículos pilosos, lo que puede provocar una infección. Por ello es importante lavar el cabello cada dos o tres días.

    - Darse duchas largas con agua caliente: Las duchas de agua caliente pueden provocar una serie de efectos secundarios negativos, como resecar la piel y eliminar los aceites naturales importantes. El calor intenso podría incluso causar una disminución de la presión arterial, ya que dilata los vasos sanguíneos periféricos, por lo que hay que procurar que esas duchas sean cortas.

    - No reemplazar la esponja de baño: Las toallitas y las esponjas pueden albergar bacterias, moho y levaduras, por lo que hay que asegurarse de dejar que se seque por completo cada vez y reemplazarla con frecuencia.

    - Usar bastoncillos: Limpiar el exceso de cerumen puede parecer una buena idea, pero a menudo hace más daño que bien. El problema es que crea más problemas cuando el cerumen se empuja hacia abajo por el canal auditivo ya que podría dañarse permanentemente el tímpano y el canal.

    - Utilizar toallas sucias durante varios días: Una toalla de ducha puede albergar bacterias, moho y levaduras, después de unos pocos días de uso. Esto se debe a toda la humedad que se deja después de secarse. Lo mejor es cambiar a una toalla nueva cada tres o cuatro días.

    - Descuidar las uñas y los cortaúñas: Las uñas sucias pueden propagar una serie de infecciones, así que hay que asegurarse de cortarse las uñas con frecuencia, ya que es más probable que alberguen suciedad y bacterias. Los cortaúñas también son caldo de cultivo para las bacterias y las esporas de hongos y la mejor manera de limpiarlos es frotándolos con alcohol.

    - Usar ropa sucia: Vestir ropa limpia es importante para evitar la acumulación de gérmenes y olores corporales desagradables. No cambiar la ropa interior y calcetines a diario, o usar ropa sucia durante varios días, son malos hábitos de higiene.

    - No lavar los sujetadores o la ropa interior con regularidad: Esto es probablemente obvio, pero hay que asegurarse de cambiarte la ropa interior todos los días. Cuando se trata de sujetadores, pueden retener aceites y bacterias, lo que eventualmente causará acné y erupciones cutáneas.

    - No lavar la ropa de cama regularmente: No lavar las sábanas, fundas de almohadas y mantas con regularidad puede acumular ácaros del polvo, bacterias y olores desagradables. Cuando no se lavan las sábanas, se acumulan grandes cantidades de partículas, incluidas las células de la piel humana. Así que hay que asegurarse de cambiar las sábanas al menos cada dos semanas.

    - Compartir productos de cuidado personal: Compartir cepillos de dientes, peines, maquillaje o cuchillas de afeitar puede transmitir gérmenes y enfermedades de una persona a otra. De hecho, estos elementos pueden propagar infecciones de la piel como el estafilococo y, en el peor de los casos, pueden transmitir virus como la hepatitis y el VIH.

    - Guardar maquillaje en lugares húmedos: Guardar cosméticos en el baño o lugares húmedos favorece el crecimiento de bacterias y hongos. Para mantener tus productos de belleza en buen estado, almacénalos en un lugar fresco y seco.

    - No limpiar las gafas regularmente: Las gafas pueden acumular suciedad, grasa y bacterias en las patillas y en la montura. Limpia tus gafas diariamente con un paño suave y productos específicos para mantenerlas higiénicas.

    - No cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser: No seguir la etiqueta de la tos y el estornudo al cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable o el codo puede propagar gérmenes y enfermedades a otras personas.

    - No lavar adecuadamente los utensilios de cocina: La limpieza deficiente de utensilios de cocina, como cuchillos, tablas de cortar y sartenes, puede conducir a la contaminación cruzada y la propagación de enfermedades transmitidas por los alimentos.

    - No lavar los alimentos: Ingerir las bacterias de frutas y verduras sin lavar puede provocar intoxicación alimentaria, y consumir los pesticidas puede aumentar el riesgo de afecciones graves. Así que es importante lavar siempre los productos antes de consumirlos.

    - No desechar adecuadamente los desechos: No disponer de manera adecuada de basura, pañales usados, productos menstruales u otros desechos puede atraer insectos y roedores, así como contribuir a la contaminación ambiental.

    - Acumular cacharros en la pila de la cocina: Todos el mundo sabe que no es muy limpio dejar los platos sin lavar en la pila, pero es un descuido que se suele tolerar cuando la pereza es la vencedora. Lo que puede que no se sepa es que la pila de la cocina puede llegar a acumular 500.000 bacterias por metro cuadrado y, si se acumula vajilla, se convertirá el fregadero en el lugar más sucio de la casa, por encima del váter. Aunque la mayoría de la gente toma medidas para desinfectar sus inodoros, pocos tienen las mismas preocupaciones por su fregadero, en el que suelen acumularse todo tipo de bacterias como la E.Coli o la Salmonella.

    - Utilizar el mismo estropajo durante demasiado tiempo: Las esponjas son grandes imanes de gérmenes, que pueden conducir a la propagación de enfermedades como la salmonela.

    - Caminar descalzo por las duchas públicas: Si uno está en una piscina pública o duchándose en el gimnasio, es importante usar chanclas. Esto se debe a que cuando el sudor, el cabello y la orina se acumulan en el suelo de la ducha, pueden generar bacterias, hongos y moho.

    - Llevar zapato cerrado sin calcetines: Llevar zapatos cerrados sin calcetines favorece la aparición de hongos y malos olores, por lo que es importante usar siempre calcetines limpios y de materiales transpirables, como el algodón, para mantener los pies frescos y secos.

    - No limpiar el mando a distancia de la televisión: La mayoría de los mandos a distancia de televisión están cubiertos de gérmenes y virus, por lo que es importante empezar a limpiarlo de vez en cuando.

    - Reutilizar una botella de agua sin lavarla: Rellenar la botella de agua de plástico desechable con demasiada frecuencia o rellenar la botella de agua reutilizable sin lavarla a fondo es muy antihigiénico. El motivo es que, si no se lava, se acumulan grandes cantidades de bacterias, lo que incluso puede provocar una intoxicación alimentaria.

    - Descuidar la limpieza de los aparatos electrónicos: Teléfonos móviles, teclados y otros dispositivos electrónicos acumulan bacterias y suciedad en su superficie. No está de más limpiar los dispositivos regularmente con un paño suave y productos adecuados para evitar la propagación de gérmenes.

    - No lavar las bolsas reutilizables: Las bolsas reutilizables son una excelente opción para reducir el consumo de plástico, pero también pueden acumular gérmenes y bacterias si no se lavan con regularidad. Es importante lavar las bolsas de tela después de cada uso, especialmente si se han transportado alimentos crudos o húmedos.

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