La solución para evitar que aparezca moho en el queso rallado

El queso rallado resulta muy práctico para diversas recetas caseras como pizzas, gratinados o nachos. Sin embargo, a menudo no utilizamos todo el contenido del paquete y las sobras acaban olvidadas en el refrigerador por días, hasta que finalmente debemos desecharlas.

Una solución poco conocida es la posibilidad de congelar el queso rallado comprado en supermercados, tal y como aconseja la nutricionista Blanca García - Orea Haro, también conocida como Blancanutri en las redes sociales.

Tal como ella ha compartido en su Instagram, el queso rallado "no se congela completamente", lo que permite sacar fácilmente la cantidad necesaria en cualquier momento sin necesidad de descongelarlo previamente.

De acuerdo con García - Orea Haro, el queso rallado puede conservarse en el congelador hasta por tres meses. Este consejo no solo ayuda a minimizar el desperdicio de alimentos, sino que también simplifica la preparación de comidas futuras.

Si se nos olvida congelar el queso rallado sobrante, es crucial prestar atención no solo a la fecha de caducidad y el tiempo que el producto puede permanecer abierto, sino también a la aparición de moho.

En este caso, no es suficiente retirar la parte afectada para consumir el resto, ya que el queso está compuesto por piezas muy pequeñas y no se puede garantizar que el resto del producto no esté contaminado.