Las cuatro conservas que ningún médico recomienda: las peores del 'super'

Las conservas se han convertido en un remedio rápido en nuestra alimentación del día a día y, aunque la mayoría de ellas son saludables por contener en su interior nutrientes básicos para la salud, tampoco conviene abusar. 

Las mejores conservas son aquellas que contienen alimentos que casi no han sido procesados.

Por otro lado, para diferenciar los ingredientes, y de esta forma saber si es saludable, se puede observar su lista en el etiquetado.

Conviene evitar entre esos ingredientes los aceites refinados o un exceso de sal y también el azúcar o cualquiera de sus similares como fructosa, dextrosa, glucosa, melaza, jarabe de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, azúcar, azúcar invertido, jarabe de arce, almíbar, jugo de caña, miel, sirope de agave o panela, entre otros.

Asimismo es importante mirar la información nutricional para saber si es adecuada para una dieta equilibrada. La información nutricional que encontraremos en el etiquetado, nos dirá qué cantidad tiene de cada nutriente.

Algunos ejemplos de conservas saludables son las sardinas o el atún en lata —preferiblemente, en aceite de oliva virgen extra o al natural— y las legumbres, de bote.

Por el contrario, las conservas perjudiciales para nuestra salud son aquellas que contienen productos que han sido manipulados en exceso por la industria alimentaria.

Se pueden reconocer por contener un largo listado de ingredientes o alimentos ultraprocesados que han sido relacionados con un mayor riesgo de enfermedades.

Estos son las cuatro conservas que los médicos recomiendan evitar. 

SALSAS EN LATA

Las salsas es mejor prepararlos nosotros mismos porque las del supermercado como las de tomates fritos, sofritos y para añadir a todo tipo de platos, tienden a tener una gran cantidad de azúcares, sal e ingredientes de relleno para poder mejorar tanto su sabor como su textura, pero son perjudiciales para nuestra salud.

CHOPPED EN LATA

El chopped es una de las carnes procesadas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado como cancerígenas y suele realizarse con descartes de carne que pueden proceder de cualquier parte de la anatomía del cerdo, animal desde el cual se elabora.

FABADA DE BOTE

Las legumbres aportan una gran cantidad de fibra soluble que no sólo contribuye a mejorar la salud intestinal, sino que también reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

En este sentido, existen botes de legumbres cocidas sin más ingredientes que estos vegetales y el líquido en el que se han cocido que son saludables.

Las fabadas y los platos ya preparados con ellas encerrados en una conserva son diferentes. Estas recetas contienen ingredientes que pueden resultar perjudiciales ya que se trata de guisos que llevan gran cantidad de carnes procesadas que se han relacionado con el cáncer.

Además, pueden aparecer ingredientes que por lo general no utilizaríamos para cocinar como la fécula de patata o un extra de grasa de cerdo.

MELOCOTÓN EN ALMÍBAR

Las frutas contienen una buena cantidad de fibra, azúcares intrínsecos y muchas vitaminas y minerales. Ahora bien, no vale tomarlas en cualquier formato, sino que debemos preferir siempre las frutas enteras, frescas y, en los casos que sea posible, con piel.

En este sentido no se recomienda consumirla exprimida o en zumo, ya que precisamente se pierden todas las propiedades y los beneficios como la fibra, además de suponer un consumo muy elevado de azúcares libres.

Al respecto, también debemos evitar las frutas en almíbar, como el melocotón porque igualmente posee una proporción de azúcares libres importante y por tanto nunca podrá ser tan saludable como consumir el propio melocotón fresco.

En definitiva, este líquido es un agua con azúcar en la que se conserva la fruta, pero también empeora su perfil nutricional.