Los usos del carbón activo en cosmética

El carbón activo (o carbón activado) es un ingrediente que se ha puesto de moda en los últimos años. Se ha hecho muy popular como blanqueador dental, pero también se recurre a él en otros productos de cuidado personal. 

CARBÓN ACTIVADO, UN INGREDIENTE MUY VERSÁTIL

El carbón vegetal en polvo procede de la calcinación de materias orgánicas. Éste, a su vez, se somete a un tratamiento en el que se calienta a altas temperaturas, transformándose en un polvo aún más fino y poroso, que es el carbón activo.

El carbón activo o carbón activado es un ingrediente que gracias a sus propiedades como adsorbente, es decir que capta o atrae sustancias, tiene diversos usos. Por ejemplo, en salud, este ingrediente natural se usa desde hace siglos para tratar las intoxicaciones, pero también lo vemos en cosmética y cuidado de la piel.

La base de datos de ingredientes de cosméticos de la Comisión Europea (COSING) recoge su utilidad como agente abrasivo y absorbente, es decir, para reducir la transparencia de los cosméticos.

BÚSCALO EN LA LISTA DE INGREDIENTES

En los envases o en la publicidad de estos productos se destaca con los nombres de carbón magnético, carbón activado, carbón vegetal de coco….

Lo podemos encontrar en la lista de ingredientes (listado INCI) como Charcoal, Charcoal extract o Charcoal powder. Cuando se usa como colorante en lápices de ojos, etc, aparece con el nombre CI 77268.

5 USOS DEL CARBÓN ACTIVO EN COSMÉTICA

Se dice que el carbón activo blanquea los dientes, que es purificante, desobstruye los poros arrastrando la suciedad, que trata el acné… ¿Es así? ¿Están demostradas esas propiedades? ¿Qué utilidades tiene realmente?

CARBÓN EN BLANQUEADOR DENTAL

El blanqueamiento y limpieza dental es uno de los usos más conocidos del carbón activado: por su efecto abrasivo, puede ayudar a reducir las manchas en el esmalte dental. Se venden en internet productos blanqueadores con carbón de coco, y pastas de dientes con ese ingrediente añadido. También hay quien usa el carbón directamente sobre los dientes con el cepillo.

Un uso indebido o excesivo puede dañar el esmalte, desgastándolo, y las encías, provocando una recesión, además de aumentar la sensibilidad dental.

Este producto no puede sustituir a la pasta dentífrica habitual porque no contiene flúor.

No se debe usar más de una o dos veces por semana.

DESODORANTE CON CARBÓN ACTIVO

El carbón activo tiene unas propiedades absorbentes demostradas, es decir, sus poros son capaces de captar sustancias, con lo que es capaz de retener los diversos componentes del sudor y evitar el mal olor en las axilas, por eso es común encontrarlo en desodorantes.

LIMPIADORES CON CARBÓN ACTIVO

Por sus propiedades como absorbente, el carbón activo es un ingrediente usado en champús, geles, limpiadores faciales, mascarillas... su función sería captar la suciedad y la grasa de la piel y el cabello, pues es capaz de hacer que se adhieran a sus partículas logrando una limpieza intensa.

El carbón activo es adecuado para la limpieza de pieles grasas, pero no hay evidencias científicas suficientes de que sirva para combatir o reducir el acné. Las pieles mixtas también pueden aplicarlo en la zonas con más grasa, pero no se recomienda el uso del carbón en pieles sensibles, secas o con tendencia a rojeces. En estos casos mejor recurrir a otras opciones para limpieza y desmaquillado.

EXFOLIANTE

Por su acción abrasiva, se usa para limpiar y exfoliar la piel de la cara y el cuerpo. Lo podemos encontrar en cremas y mascarillas faciales para pieles grasas. Como exfoliante elimina las células muertas, residuos... arrastrando suciedad.

PRODUCTOS DE MAQUILLAJE

El carbón activado, por su color, sirve como pigmento negro y se utiliza así en distintos cosméticos: lápices de ojos, sombras, máscaras de pestañas, etc.

EL LADO OSCURSO: ENVASES DIFÍCILES DE RECICLAR

Es muy habitual encontrar envases negros en el mundo de la cosmética. Por un lado, es un color que se asocia a lujo, a producto profesional o premium, además, con la moda del carbón activo, muchos envases se suman al color negro para resaltar la presencia de este ingrediente.

El problema es que el plástico negro en sí mismo es una dificultad para el sistema de reciclaje:

El uso de pigmentos de color negro hace que no sean detectables por las máquinas clasificadoras de plásticos, con lo que esos restos pueden acabar en los vertederos.

Los que sí se detectan y llegan a ser separados, emborronan o tiñen la masa de plástico reciclado resultante, lo que lo hace poco atractivo para que se pueda destinar a la fabricación de nuevos envases, porque no serviría para crear envases transparentes o de colores claros.

Actualmente ya se dispone de tecnología para solucionar este problema, por lo que se debería implementar y que los plásticos negros sean separados y reciclados y volver a convertirlos en plástico negro de nuevo. Otra opción sería usar otros tintes en el envase para conseguir el color negro, aunque no alcance la intensidad deseada.