¿Merece la pena comprar alimentos congelados?

Por nuestro Índice de Solvencia Familiar sabemos que la inflación y la carestía de la vida afecta a los hogares españoles hasta límites casi insospechados. 

Los precios de los alimentos no paran de subir. Comprar los básicos como carne o pescado, u otros frescos, están fuera del alcance de muchas familias que se han visto obligadas a modificar sus hábitos de compra y consumo.

Ante esto, los alimentos congelados pueden revelarse como una interesante alternativa .

En este sentido, el siguiente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pone de manifiesto si el consumidor consigue ahorrar dinero en la compra de productos básicos de alimentación (carne, pescados o verdura), optando por productos congelados en lugar de frescos, y ver si nutricionalmente son comparables.

20 PRODUCTOS EN 8 SUPERMERCADOS 

Para hacer el estudio la OCU ha seleccionado 8 grandes cadenas de distribución (Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Mercadona, Lidl, Aldi, Dia y Eroski) y ha buscado el precio de tres grandes grupos de alimentos: verdura, pescado y marisco y pollo, comparando el precio del producto fresco, y el equivalente congelado (bien la marca blanca, si la hubiera, o la opción más económica).

Después ha seleccionado 10 tipos de verduras, 7 pescados o mariscos (atún, bacalao, merluza, gallos, salmón, langostinos y anillas de calamar) y tres cortes distuntos de pollo (alitas, muslos y cuartos traseros).

Y finalmente ha comparado los precios por kg de producto, descontando el desperdicio tanto en fresco como en el congelado (en este no se tiene en cuenta el peso de la capa de glaseado en el caso del pescado).

El estudio de precios concluye que, optando por las versiones congeladas, el ahorro puede llegar a ser muy significativo: más del 40% en el caso de las verduras, más del 38% en el caso de la merluza, 13% en el atún... y más del 20% en el pollo.

Sin embargo, otras especies de pescado se pueden comprar más baratas en fresco (las anillas de calamar, el salmón o los gallos).

VERDURAS, IGUAL DE NUTRITIVAS Y UN 44% MÁS BARATAS

Aunque a día de hoy se encuentra de todo durante todo el año, el estudio se centra en los productos de temporada.

Las verduras (como las frutas) han subido mucho su precio... indudablemente, según el estudio, optar por las verduras congeladas resulta mucho más económico: como se indica en la tabla, la diferencia supera el 90% en el caso de los guisantes, y el 70% para las judías verdes.

Un caso especial son las patatas: las congeladas no son “frescas”, naturales, sino que están prefritas, lo que puede explicar la diferencia de precio.

En cuanto al valor nutricional, el estudio de la OCU asegura que es el mismo: las pérdidas de nutrientes en hortalizas están vinculadas con la conservación de los productos y los procesos culinarios.

En el caso de verdura fresca debe comprarse lo más tersa y firme posible.

Las congeladas se suelen congelar rápidamente tras su recolección, y la ultracongelación industrial (a muy bajas temperaturas) preserva las vitaminas y minerales.

Cocer o hervir en agua las verduras hace que pierdan más vitaminas, que se quedan en el agua. La cocción en microondas o al vapor mantienen mejor el contenido en nutrientes de los vegetales.

PESCADO CONGELADO, LA ALTERNATIVA MÁS ASEQUIBLE... CASI SIEMPRE 

España es, detrás de Noruega, Islandia y Portugal, el país europeo que más pescado consume. Pero el consumo de pescado fresco no para de caer, algo que se explica en buena medida por el precio, entre otros factores. Más de una cuarta parte del pescado que se vende en España (el 27%) es congelado.

El pescado congelado es muy versátil, se puede encontrar en múltiples formatos y presentaciones, filetes, lomos, rodajas, etc, y suelen estar limpios de vísceras, cabezas y espinas

En la siguiente tabla se puede ver el precio medio por kilo del alimento en fresco (teniendo en cuenta un desperdicio medio del 20%) frente al alimento congelado.

Los resultados muestran precios dispares, mientras que la merluza, el atún, el bacalao o los langostinos pueden ser más económicos si se compran congelados (en el caso de la merluza, el ahorro, otros como las anillas de calamar, los gallos o el salmón, serán más económicos en fresco.

Desde el punto de vista nutricional no hay diferencias entre el pescado fresco y el pescado congelado, por lo que es posible ahorrarse un dinero.

Hay que tener en cuenta, advierte la OCU, que a veces que las especies que se congelan son diferentes y pueden encontrase diferentes calidades: a menudo las merluzas que se suelen encontrar en pescaderías fresca son europeas, de mayor calidad que las del cabo o argentinas, las que se venden congeladas.

POLLO CONGELADO, MÁS BARATO PERO POCO COMÚN 

En España hay poca tradición en la compra de carne congelada, pero poco a poco podemos ir encontrando más y más piezas o cortes, desde diferentes partes de pollo y cordero a hamburguesas.

En este caso, la OCU ha comparado en su estudio el precio de cuartos traseros de pollo, jamoncitos (muslos) o alitas, tanto frescos como congelados. Solo hemos encontrado pollo congelado en Alcampo, Carrefour y Mercadona: de media, el pollo congelado es un 20% más barato que el fresco.

Desde el punto de vista nutricional no hay diferencias entre el pollo fresco o el congelado. La carne congelada tiene ciertas ventajas para los consumidores que tienden a hacer la compra una vez a la semana.

LOS 'SÚPER' CON LOS CONGELADOS MÁS BARATOS 

Entre las grandes cadenas analizadas por la OCU, las más baratas en congelados son Alcampo, Mercadona y Aldi.

Alcampo es donde más barato se suelen encontrar los productos congelados, sobre todo en el caso de las verduras y pescados.

El Corte Inglés, en cambio, es la cadena con precios más caros. También La Sirena, una tienda especializada en congelados, tiene un nivel de precios elevado.

EL MEJOR PRECIO, SIEMPRE EN TU MÓVIL 

En cualquier caso, para comprar al mejor precio, la OCU recomienda contar con herramientas como OCU Market, que no solo identifica para el usuario los alimentos con mejor perfil nutricional y más saludables de una misma categoría, sino que te informa sobre dónde puedes comprarlos más baratos.

CÓMO SACAR MÁS PARTIDO AL CONGELADO 

Evita comprar producto con escarcha por encima o que se encuentre apelmazado, ya que puede ser síntoma de perdida de la cadena de frio.

Conviene dejar el producto congelado para el final de la compra, y llevar con nosotros una bolsa para congelados con algún acumulador, para evitar que se descongele antes de llegar a casa.

Comprar un producto fresco (pescado por ejemplo) para congelarlo en casa no es lo mejor: es preferible comprarlo ya congelado, pues la congelación industrial o ultracongelación a -40 ºC es un proceso pensado para mantener mejor las características del alimento, de una manera que no se puede lograr con un congelador doméstico, que no baja de -20 ºC.

El pescado congelado es muy versátil y hay muchas variedades: es una buena manera de diversificar la ingesta de pescado en la dieta. Recuerda que el consumo de atún no está recomendado en mujeres gestantes ni niños de menos de 10 años.

La forma de descongelar el producto es vital para preservar su calidad: mientras que las verduras se pueden cocinar sin descongelar, el pescado, marisco o la carne debe descongelarse en la nevera, con tiempo suficiente: así se mantienen sus propiedades nutricionales y no se compromete su seguridad alimentaria.

Lo que más afecta al valor nutricional de los alimentos es el proceso culinario. La cocción en microondas es la mejor manera de mantener las vitaminas y nutrientes de la verdura, mientras que hervirlo en agua nos hace perderlos.