Mito o realidad: ¿Es cierto que una copa de vino al día es beneficiosa para la salud?

En nuestra sociedad se transmiten muchas afirmaciones sin comprobación científica, lo que puede generar dudas en las personas sobre si seguirlas o no. Una de estas afirmaciones es que una copa de vino al día es buena para la salud. Sin embargo, ¿es esto realmente cierto o es simplemente una estrategia para aumentar el consumo de esta bebida?

Es importante considerar la producción española de vino y su inclusión frecuente en la dieta mediterránea, lo que hace que esta afirmación sea especialmente relevante en España. Sin embargo, para determinar la verdad, es necesario comprender los componentes del vino y cómo afectan al organismo.

Los defensores de esta afirmación argumentan que una copa de vino al día tiene beneficios como prevenir enfermedades cardiovasculares, mejorar el colesterol, aumentar el equilibrio a largo plazo, combatir el cansancio, reducir las probabilidades de tener Alzheimer, incrementar la producción de endorfinas y ayudar a bajar de peso debido a un gen que impide la formación de células de grasa. Estos argumentos se basan en la presencia de polifenoles, compuestos antioxidantes, y resveratrol, que se encuentra en la uva.

Sin embargo, los estudios científicos revelan que la cantidad de estas sustancias en el vino es mínima y se pueden obtener en otros alimentos como arándanos, frutos del bosque, cacahuetes o chocolate negro. Además, no se ha demostrado científicamente que estos beneficios del resveratrol ocurran en seres humanos.

Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten sobre los peligros del consumo de alcohol y recomiendan no consumirlo, ya que no hay una cantidad mínima segura. Según la OMS, "los efectos perjudiciales del alcohol superan ampliamente sus posibles efectos protectores" y recomienda seguir una dieta saludable y llevar un estilo de vida activo.

En cuanto al supuesto beneficio de la producción de endorfinas y mejora del estado de ánimo, el consumo de cualquier bebida alcohólica puede resultar contraproducente, ya que uno de los efectos secundarios del alcohol es sentirse deprimido. Además, respecto a la prevención del Alzheimer, estudios han concluido que el consumo de vino aumenta las probabilidades de padecer demencia.

La ciencia también demuestra que el consumo de una copa de vino al día aumenta las probabilidades de sufrir algunas enfermedades.

Por ejemplo, se ha demostrado que consumir tres o cuatro bebidas alcohólicas a la semana está relacionado con un 30% más de riesgo de diabetes. La Sociedad Americana de Oncología Clínica también ha demostrado que el consumo diario de una bebida alcohólica aumenta las probabilidades de padecer cáncer de mama, colon, esófago, hígado, cavidad oral, faringe y laringe.

Además, un estudio publicado en Scientific Reports revela que el consumo diario de alcohol causa una reducción en el tejido cerebral. Los investigadores explican que "el cambio en el volumen de pequeñas partes del cerebro, como el hipocampo y los ventrículos, se ha asociado con el consumo moderado de alcohol".

Por lo tanto, la evidencia científica demuestra que consumir una copa de vino al día no es beneficioso para la salud, sino que aumenta el riesgo de sufrir diversas enfermedades. Es importante que la población conozca los efectos del consumo diario de alcohol, aunque sea en cantidades pequeñas.

Si se decide consumir vino, debe ser porque realmente se desea en ocasiones esporádicas y no basándose en beneficios que no están respaldados por la ciencia.