¿Qué alimentos no te dejan dormir bien?

El Instituto Cervantes recopila numerosos dichos y refranes característicos de la lengua castellana. Uno de ellos aborda los excesos alimenticios al final del día: "De grandes cenas están las sepulturas llenas". No es una afirmación sin fundamento, ya que existen alimentos que no solo pueden perturbar un sueño tranquilo, sino que también son desaconsejables antes de acostarse.

Es importante recordar que el buen sueño es fundamental para mantener una salud física y mental óptima. Sin embargo, en muchas ocasiones no se presta la debida atención a la evidente relación entre la dieta y la calidad del sueño. Algunos alimentos, debido a sus propiedades, pueden tener un impacto negativo.

A continuación, enumeraremos grupos de alimentos que no se recomiendan para la cena debido a las posibles dificultades que pueden generar para lograr un sueño reparador. No obstante, es importante tener en cuenta que cada persona es única y, en general, sabe qué alimentos le sientan mejor o peor.

- Alimentos con cafeína: Esta categoría es obvia para cualquiera que conozca el potente efecto estimulante de la cafeína presente en el café, el té, algunos refrescos e incluso ciertos chocolates. Se recomienda evitar la ingesta de cafeína al menos seis horas antes de acostarse.

- Alcohol: Aunque el alcohol puede inicialmente provocar somnolencia, el cuerpo lo metaboliza durante el sueño, lo que puede ocasionar interrupciones en el descanso y resultar en un sueño poco reparador.

- Comidas picantes: Los alimentos picantes o altamente condimentados pueden causar acidez estomacal, acelerar el metabolismo y aumentar la temperatura corporal, lo que puede llevar a malestar estomacal y dificultar el inicio del sueño.

- Alimentos grasos: Las carnes rojas y los alimentos ricos en grasa pueden ser difíciles de digerir, lo que puede dificultar conciliar el sueño. Se recomienda optar por fuentes de proteína más ligeras y evitar las comidas rápidas ricas en grasas saturadas, ya que afectan negativamente al sueño y los ritmos circadianos.

- Azúcares y dulces: Los alimentos con alto contenido de azúcar pueden proporcionar un aumento repentino de energía seguido de una caída brusca, lo que puede interrumpir el sueño y causar malestar estomacal. Además, un consumo excesivo de azúcares puede contribuir al aumento de peso.

- Legumbres: Si bien las legumbres ofrecen muchos beneficios para la salud, su digestión es lenta y puede resultar pesada. Por lo tanto, es preferible consumirlas en el almuerzo en lugar de la cena, ya que su consumo nocturno puede dificultar la digestión y afectar negativamente el sueño.