Cómo conservar el jamón y los embutidos ibéricos para que no se estropeen

Diez consejos para seguir disfrutando de su sabor original

Redacción | 09/12/2023

La calidad de las carnes y embutidos ibéricos, así como su propia curación, requiere de técnicas naturales de conservación. No obstante, es necesario prestar mucha atención a los mejores trucos caseros a la hora de conservar jamones, chorizos, lomos y salchichones.

10 CONSEJOS CASEROS PARA CONSERVAR EL EMBUTIDO EN CASA 

Los expertos recomiendan varias formas de conservar el embutido dependiendo de si la pieza está entera, empezada o loncheada.

Estos son algunos consejos: 

1. Si el embutido está sin abrir y tenemos varias piezas, hay que colgarlas separadas para que no se toquen.

2. El lugar de almacenamiento o despensa debe ser lo más oscuro posible, sin luz solar directa, una zona seca y bien ventilada.

3. La temperatura ambiente debe mantenerse entre los 15 y los 20 grados centígrados e intentar que sea constante, sin cambios bruscos.

4. Una vez que se empieza a consumir la pieza de embutido, debe seguir colgada con la parte empezada hacia abajo.

5. La zona de corte se puede untar ligeramente con aceite de oliva y taparla con plástico transparente o pape de aluminio, ajustando con una goma para evitar que le entre aire. También se puede cubrir la zona abierta con sal -que absorbe la humedad- y después tapar lo más herméticamente posible.

6. Conviene conservar la piel o tripa del producto y no retirarla hasta que llegue el momento de consumir nuestro rico embutido ibérico, ya que actúa como aislante y protector. Es el caso de las rodajas de chorizo, salchichón o lomo, pero la tripa también se puede aprovechar para cubrir la zona de corte de una pieza ya abierta.

7. Para conservar los jamones cuando ya lo hayamos empezado a lonchear, es recomendable colocar sobre la zona cortada un trozo de grasa, de la que hemos retirado al empezar el propio jamón, y lo mismo hacemos con la corteza, la cual colocaremos sobre la grasa. Esta doble capa evita que se seque y se oxide la zona expuesta al aire. También utilizaremos un trapo seco, preferiblemente de algodón, para cubrir el jamón lo más posible.

8. El embutido ibérico no se debe guardar en la nevera, salvo que la zona en la que se encuentre supere los 25 grados centígrados. En este último caso, procura sacarlos del frigorífico varias horas o incluso un día antes de consumirlo, para que no esté demasiado duro. Si ya se nos ha puesto duro, podemos cubrirlo con un trapo de algodón mojado y muy bien escurrido durante un ratito.

9. Cuando tenemos el embutido cortado en rodajas o loncheado, lo podemos guardar formando una torre y envuelto en papel film, de la forma más hermética posible. A la hora de consumirlo hay que ser previsor y sacarlo unas horas antes, dejarlo atemperar en el mismo plástico y, un poco antes de comerlo, emplatarlo para que sude.

10. Por último, una de las opciones más extendidas hoy en día es comprar el embutido ibérico loncheado y envasado al vacío. En este caso se puede conservar perfectamente en un lugar fresco y seco. Una vez abierto el envase, lo mejor es acabárselo y disfrutarlo hasta el final. Pero si sobra alguna loncha, lo recomendable es actuar como en el punto anterior: envuelta en film y a la nevera.

Llevar a cabo una correcta práctica a la hora de conservar los embutidos, es esencial para poder seguir disfrutando de su sabor original. Además, ser conscientes de una amplia variedad de formas de evitar que los embutidos se echen a perder aumentará enormemente las posibilidades de mantener el suministro de alimentos durante el mayor tiempo posible.


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