Cómo cuidar tu Flor de Pascua para que te dure todas las fiestas de Navidad e incluso más allá

Redacción | 06/12/2023

La flor de Pascua, conocida también como flor de Nochebuena, Poinsettia o pastora, es uno de los elementos clásicos de la decoración navideña, junto con el árbol, el belén, los villancicos y otros símbolos tradicionales.

Los orígenes de esta planta, perteneciente a la familia de las Euphorbiaceae, se remontan a cientos de años atrás.

Es originaria de México y América Central y ha sido considerada un símbolo de fuerza y pureza. Los aztecas solían ofrecerla a sus dioses y los indígenas la utilizaban con fines medicinales, para teñir sus ropas y elaborar cosméticos caseros.

Fue en el siglo XVI, cuando los frailes franciscanos evangelizaban a los pueblos indígenas en México, que la flor de Pascua comenzó a popularizarse como elemento decorativo. Los frailes la colocaron en iglesias, monasterios, nacimientos y guirnaldas para llenar de vida y color las estancias más sombrías.

La flor de Pascua también recibe el nombre de Poinsettia, en honor a Joel Roberts Poinsett, médico, botánico y primer embajador de Estados Unidos en México durante su cargo entre 1825 y 1829. La fascinación que sentía Poinsett por los vivos colores rojos y verdes de esta planta era tal que cada Navidad enviaba a sus amigos una flor de Pascua desde México, para que les acompañara durante todas las festividades.

Esta tradición ha perdurado hasta nuestros días. Al regresar a EE. UU., decidió realizar una gran plantación y gracias a él, la flor de Pascua alcanzó una enorme fama en todo el mundo. En agradecimiento, Estados Unidos estableció el 12 de diciembre, fecha del aniversario de la muerte de Poinsett en 1851, como el Día Nacional de la Poinsettia.

A pesar de ser uno de los adornos emblemáticos de la Navidad, la flor de Pascua no es solo un objeto decorativo, sino una planta que requiere cuidados adecuados y puede sobrevivir incluso después de las fiestas, contrariamente a lo que se cree comúnmente. Al comprarla, verifica que esté en perfecto estado, es decir, que sus hojas, tallos y flores no presenten ningún tipo de deterioro.

Durante el transporte, cubre la flor con plástico y protégela de los cambios bruscos de temperatura, ya que es muy sensible a ellos.

Evita las corrientes de aire y la exposición directa a fuentes de calor en casa. La flor de Pascua necesita mucha luz, por lo que es recomendable ubicarla en el exterior o cerca de una ventana donde reciba luz solar directa.

En cuanto a la humedad, coloca la maceta sobre un plato con agua y pulveriza las hojas con regularidad. La tierra debe tener un buen drenaje para evitar el encharcamiento.

Riega a fondo una vez y espera a que la tierra esté completamente seca antes de volver a regarla. Si quieres que la flor de Pascua sobreviva más allá de la Navidad, aplícale abono líquido cada dos semanas. No es una planta fácil de cuidar, ya que es sensible a la falta de luz, al exceso de riego y al ambiente seco provocado por la calefacción. Sin embargo, si le proporcionas los cuidados adecuados, podrás disfrutar de esta planta durante mucho tiempo.

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