Cómo mantener el jamón en casa para que no se seque

Redacción | 19/12/2023

Es uno de los tesoros gastronómicos de la mesa española, el jamón ibérico. Además de ser una delicia, su consumo es saludable. Ahora, con la llegada de las Navidades, el menú hispánico continúa incluyendo el jamón de calidad entre sus imprescindibles.

Incluso las familias con presupuestos más ajustados intentan asegurarse de tener jamón en las opulentas comidas navideñas, y preferiblemente, que sea jamón ibérico. De hecho, es uno de los alimentos más consumidos en Navidad, junto con el cordero, el marisco y los turrones.

En estas fechas, aquellos que normalmente no pueden disfrutar del jamón de pata negra aprovechan la oportunidad.

Una vez en casa, es crucial contar con los utensilios adecuados. Idealmente, necesitarás un cuchillo jamonero para cortar las lonchas y un cuchillo de puntilla para separar la carne del hueso y limpiar el jamón.

LIMPIEZA DEL JAMÓN

Con el jamón colocado adecuadamente y los utensilios preparados, comienza la limpieza del jamón. Usa el cuchillo de puntilla para hacer un corte profundo desde la pezuña hasta el hueso. A partir de ese punto, retira la corteza y el tocino amarillento.

Ahora puedes empezar a cortar las lonchas. El tamaño es importante; deben ser del tamaño de una tarjeta de crédito. Asegúrate de mantener la mano que no corta detrás de la zona de corte para evitar accidentes.

Una vez que hayas cortado las lonchas, es hora de disfrutarlo. Pero antes de hacerlo, es importante saber cómo conservar el jamón para evitar que se seque y se oxide.

En primer lugar, considera dónde lo vas a guardar. La pata de jamón debe permanecer a temperatura ambiente en un lugar que no experimente cambios bruscos de temperatura. Debe ser un espacio fresco y seco donde no le llegue luz directa.

Luego, debes cubrir la zona expuesta al aire. Si planeas seguir cortando el jamón en las próximas 24-48 horas, es recomendable cubrirlo con film transparente bien estirado.

UNA PELÍCULA DE GRASA BLANCA

Antes de usar el film, aquí está el truco definitivo: crea una película de grasa que actuará como protector. ¿De dónde viene esta grasa? Mientras limpias el jamón al principio, reserva parte de la grasa de cobertura, la que no es comestible. No uses la primera capa de grasa, que suele ser más amarilla y rancia, sino la capa blanca que está debajo.

Toma esa grasa blanca del jamón y aplícala suavemente sobre la superficie de corte y en la zona que has limpiado. Esto creará una película protectora con su propia grasa que ayudará a conservar la pata de jamón. No deseches esta grasa; guárdala para usarla la próxima vez.

Si no planeas volver a cortar el jamón en las siguientes 24/48 horas después de abrirlo, algunos expertos sugieren cubrirlo primero con la película de grasa blanca y luego con un paño de algodón negro y opaco (nada de plástico).

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