España sufre un desabastecimiento de sandías y melones

España ha sufrido una sequía extrema este año, pero la baja disponibilidad de melones y sandías se debe paradójicamente a las fuertes lluvias con granizo en abril y mayo.

Los cambios en el tiempo están provocando un desabastecimiento de estas dos frutas que se prevé que se prolongue hasta finales del mes de julio.

Si el mes de mayo la producción y distribución estaba siendo realmente buena, la campaña ha cambiado drásticamente desde el mes de mayo. En cuestión de semanas se ha pasado de la sobreoferta con el hundimiento de los precios al desabastecimiento y encarecimiento del precio.

El granizo es una de las causas de esta escasez de sandías y melones. Pero no es la única. También lo son las lluvias torrenciales y las tormentas que afectaron negativamente a las cosechas, dejándolas inservibles.

Según Thomas Bos, de la empresa alicantina Thomasol Gestión SL. "Ni una gota de lluvia cayó de diciembre a abril, pero justo cuando nuestros melones estaban en flor, las lluvias continuas durante 12 días arruinaron el cuajado. Por otro lado, este período de precipitaciones nos da mucha tranquilidad de cara al invierno, especialmente para la temporada de hortalizas de campo abierto. Y es que los agricultores ya pueden comenzar a planificar el cultivo con trasplantes en el mes de septiembre y octubre. Pero si las reservas de agua no se hubieran podido recuperar, los productores no estarían seguros de disponer de suficientes dotaciones de agua de riego y no se atreverían a plantar sus hortalizas".

Thomas afirma que la baja disponibilidad de melones se da en todos los tipos, tanto en los melones Cantaloupe, Galia y Piel de Sapo como en las sandías. "Muchos melones y sandías ya no se pueden vender como de primera categoría, pero tampoco hay mucho producto de segunda categoría, que normalmente se queda en el mercado nacional. Incluso las empresas cortadoras se quedarán sin producto. Por otro lado, Marruecos tiene sandías, pero normalmente son de tipo alargado y con semillas y, por lo tanto, no son adecuadas para el canal retail europeo".

Los productores que firman contratos con compradores suelen plantar cantidades adicionales para tener algunos volúmenes de reserva o para la venta en el mercado libre. "Pero con un 50% menos de cosecha y baja calidad del producto recolectado se llevan las manos a la cabeza. Además, no pueden comprar volúmenes adicionales de otros agricultores o proveedores para cumplir con sus obligaciones, ya que simplemente nadie tiene producto disponible", explica Thomas, quien espera, sin embargo, que las cantidades recolectadas aumenten en dos semanas. "Desafortunadamente, el daño está hecho, y cuando empecemos a recuperar volúmenes, ya estaremos a mediados de julio".