Estos son los 10 errores comunes al usar la secadora

Lo imprescindible que hay que saber para hacer un uso satisfactorio

Redacción | 10/10/2023

Las secadoras son electrodomésticos útiles si vives en una zona con mucha humedad o no tienes en casa un sitio apropiado para tender fuera. En España, por nuestro clima, solo un 27% de consumidores tiene una secadora en casa, según una encuesta de uso y fiabilidad de electrodomésticos. 

La satisfacción de los usuarios con este electrodoméstico suele ser alta o muy alta, pero pueden surgir problemas con la secadora que afectan tanto a la ropa como al consumo de energía.

En este sentido, algunos se producen por no conocer bien el aparato y cometer fallos al utilizarlo por eso, es necesario conocer los errores más comunes al poner la secadora para no caer en ellos. 

DIEZ ERRORES COMUNES AL SECAR 

1. Comprar una secadora sin mirar la etiqueta energética: lo mejor es adquirir una secadora eficiente que se traduce en una decisión sostenible y rentable.

Para orientar a los compradores, las secadoras llevan una etiqueta energética con una clasificación de eficiencia de la A+++ (más eficiente) hasta la letra D (menos eficiente).

En lavadoras y lavavajillas, la etiqueta va solo desde la letra A a la G porque en 2021 entró en vigor un nuevo etiquetado energético, pero para las secadoras todavía no se aplica.

Una secadora eficiente consume 1,2 kWh por ciclo mientras que una poco eficiente gasta 2 kWh. Esto significa que el consumidor se puede ahorrar un 44% del gasto en energía si elige bien.

2. Instalar la secadora en un lugar poco indicado: si la secadora deja demasiada humedad en la ropa puede que ser porque está mal instalada o la has puesto en un sitio poco adecuado.

Para la instalación de la secadora, se necesita una toma de corriente que soporte 2.000W (irá marcada como 10A) y un lugar con el suelo plano y donde no haya temperaturas extremas. 

No es recomendable tenerla dentro de un armario, ni en una habitación muy pequeña, con mala ventilación o en un sitio donde haga mucho frío o calor. Asimismo, los expertos aseguran que se pueden instalar "en columna sobre la lavadora".

3. No hacer un mantenimiento regular: para que la secadora sea realmente eficiente hay que limpiar con regularidad el filtro de pelusas y vaciar el depósito del agua de condensación.

Los nuevos modelos incluyen la función de autolimpieza pero, incluso así, es conveniente colocar el filtro bajo el grifo de agua fría de vez en cuando para eliminar restos.

El condensador suele estar ubicado en la parte inferior. Si es extraíble, también se puede limpiar bajo el grifo. En caso de no poderlo extraer, hay que pasar un aspirador y limpiar la rejilla de ventilación.

Unos filtros sucios alargan los tiempos de secado hasta un 15%.

4. Meter ropa con manchas: si se mete en la secadora una prenda de ropa con manchas, el aire caliente fijará la mancha y resultará muy difícil quitarla después.

5. Mezclar diferentes tejidos: separar la ropa por tejidos seleccionando para cada uno el programa adecuado, pues cada material requiere una temperatura y velocidad diferentes para su secado. Los fabricantes sugieren mirar la etiqueta de la prenda y prestar atención a los símbolos.

6. Meter prendas que no admiten secadora: las lentejuelas, por ejemplo, pueden desprenderse y dañar la máquina, las gomas pueden derretirse, la ropa de algodón cien por cien puede encoger a elevadas temperaturas… Siempre es importante revisar la etiqueta de las prendas. Si la etiqueta incluye un círculo tachado con un aspa, esa prenda no es apta para la secadora.

7. Llenarla con demasiada ropa: las instrucciones del fabricante indicarán la cantidad máxima de ropa que puedes meter en cada programa de secado. Si se sobrecarga la secadora, la ropa saldrá más arrugada y húmeda.

8. Dejar las prendas dentro de la secadora: lo ideal es sacar la ropa nada más terminar el programa de secado. Si se deja dentro del tambor mucho tiempo, se volverá a humedecer y cogerá mal olor.

Si se está un tiempo fuera de casa se puede usar el programa de inicio diferido para que el final del programa coincida con tu regreso.

9. No usar el programa adecuado: conocer en detalle la máquina permitirá sacarle el máximo partido. Por ejemplo, el temporizado caliente es el ciclo habitual para eliminar la humedad, el temporizado frio sirve para airear y eliminar los olores y el programa eco, aunque tiene una duración mayor, es el que menos energía consume.

10. Reutilizar el agua acumulada en el condensador: el agua acumulada en el condensador tiene restos de detergente y suavizante además de pelusas. No conviene usarla para regar las plantas, por ejemplo, ni para rellenar la plancha.

Cabe destacar que hay distintos tipos de secadoras en función de cómo eliminan el agua, si la expulsan hacia el exterior (las de evacuación) o la almacenan en un depósito (las de condensación).

También hay tecnologías de secado diferentes. Algunas usan el sistema clásico de calor por resistencias mientras otras emplean una bomba de calor, como los aparatos de aire acondicionado.

Al final, todas estas características influyen en su instalación y también en el consumo y el tiempo de secado.

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