La sorprendente multa de la DGT por llevar los cristales sucios

La Dirección General de Tráfico (DGT) también tiene normas para los conductores en cuanto a la limpieza de los cristales de los vehículos en España. Circular con los cristales sucios, lo cual afecta a la visibilidad, puede resultar en multas de hasta 200 euros.

La DGT considera esta falta como una infracción leve, aunque la sanción final está sujeta a la interpretación de los agentes de seguridad que detengan el vehículo en cuestión.

Pero eso no es todo, ya que también se puede recibir una multa si el parabrisas, el espejo retrovisor interior o exterior están sucios.

Esto está contemplado en el artículo 19.1 del reglamento de la DGT, el cual trata sobre la visibilidad en el vehículo. La norma establece que "la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos", según explica la DGT.

En cuanto a las sanciones por infringir esta normativa, "serán sancionadas según lo dispuesto en el artículo 67.2 del texto articulado de la Ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial". Además, dicho artículo prohíbe la colocación de vidrios tintados o coloreados no homologados.

Un parabrisas roto o sucio dificulta la visión del conductor y aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Según el Reglamento General de Circulación, "la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule".

Por lo general, la multa por tener el parabrisas roto no conlleva la pérdida de puntos en el carnet de conducir, pero al igual que llevar los cristales sucios, lo cual afecta la visibilidad, está sujeta a multas de hasta 200 euros.