Productos de limpieza que no debes mezclar jamás

No cabe duda de que todos disfrutamos de tener nuestra casa reluciente, pero a menudo, en nuestro afán por limpiar y desinfectar a fondo, combinamos productos de limpieza cuya mezcla puede ser potencialmente peligrosa y provocar intoxicaciones.

La Dra. Esther Samper, médica y doctora en Ingeniería Tisular Cardiovascular, advierte en sus redes sociales sobre qué productos de limpieza es peligroso y desaconsejado mezclar.

Según explica, aunque puede resultar tentador, "mezclar productos de limpieza suele ser una muy mala idea. Varias combinaciones liberan sustancias tóxicas perjudiciales para la salud, como mezclar lejía con amoníaco o diluir la lejía en agua caliente".

La experta hace referencia a la información proporcionada en el blog de Umivaleactiva, que destaca las mezclas más peligrosas, entre las cuales se incluyen:

- Lejía y amoniaco: Esta combinación produce un gas llamado cloramina, cuya inhalación puede causar daños severos en el sistema respiratorio y ardor en los ojos.

- Alcohol gel y Lejía: La mezcla de estos dos productos produce cloroformo y ácido clorhídrico, ambos muy tóxicos. Inhalar sus vapores puede ocasionar daños en los ojos, la piel, los pulmones, los riñones, el hígado y el sistema nervioso.

- Lejía y vinagre: Esta mezcla genera gas cloro, que puede provocar quemaduras graves en los ojos y las vías respiratorias.

- Bicarbonato y vinagre: Pueden causar una explosión si se combinan en un recipiente cerrado.

- Vinagre y agua oxigenada: La mezcla de estos dos elementos genera ácido paracético, que en concentraciones altas irrita y daña la piel, los ojos, la garganta, la nariz y los pulmones.

- Lejía y agua oxigenada: Esta combinación forma cloratos o percloratos, que pueden provocar una explosión.

- Lejía y agua caliente: Si se diluye la lejía en agua caliente, el cloro se evapora y deja de desinfectar, generando emanaciones que pueden causar intoxicación e irritación de las mucosas.

- Lejía y lavavajillas: La mezcla de estos dos productos produce gas cloro, que puede causar problemas respiratorios y oculares.

Por otro lado, el Ministerio de Sanidad recomienda para desinfectar "mezclar 20 ml de lejía (de 3%-5%) con 980 ml de agua, justo antes de limpiar. Dejar actuar durante 5 minutos y aclarar".

Es importante usar agua fría para que la lejía no pierda sus propiedades y preparar la mezcla a diario. Como sugiere la Dra. Samper, al limpiar, es mejor optar por métodos sencillos y evitar la mezcla de productos, evitando así cualquier riesgo innecesario. No juguemos a ser químicos.