Tomar alimentos o beber agua: ¿reduce la tasa de alcoholemia?

Con la llegada de la festividad de Navidad en España, la Dirección General de Tráfico planea aumentar el número de controles preventivos con el objetivo de evitar que los conductores se pongan al volante de sus vehículos bajo la influencia del alcohol.

Por esta razón, algunos usuarios de las carreteras de nuestro país se preguntan si existen métodos rápidos y sencillos para reducir la tasa de alcoholemia. Buscan en internet trucos, aunque la DGT siempre ha señalado que lo mejor es conducir con una tasa de 0,0.

¿Pueden alimentos o agua reducir la tasa de alcoholemia? El Ministerio de Sanidad afirma que no existen formas de acelerar el proceso de metabolización del alcohol.

Por lo tanto, desmiente los mitos sobre masticar chicle, caramelos, granos de café, usar sprays bucales, beber agua o aceite, tomar clara de huevo, fumar o consumir cocaína como métodos efectivos para reducir la tasa de alcoholemia.

El Ministerio de Sanidad reitera que "la única forma de no dar positivo en un control de alcoholemia es no consumir alcohol". También destaca que "el hígado solo es capaz de metabolizar 0,12 g/l de alcohol en sangre cada hora, por lo que el proceso de eliminación, dependiendo de la cantidad de alcohol consumido, podría llevar hasta 19 horas". Es esencial tener en cuenta este tiempo antes de conducir.

En primer lugar, los conductores noveles y profesionales superarán el límite legal si arrojan un resultado de 0,15 mg/l de alcohol en aire espirado o 0,3 g/l en sangre. El resto de los conductores pueden conducir con una tasa de alcohol en aire espirado de 0,25 mg/l o 0,5 g/l en sangre.

Es importante señalar que los conductores menores de edad solo pueden tener una tasa de alcoholemia de 0,0. La DGT advierte que incluso por debajo del límite legal, el riesgo de accidente puede aumentar. Por lo tanto, lo mejor es evitar conducir después de consumir cualquier cantidad de alcohol.

Conducir bajo la influencia del alcohol representa un riesgo significativo tanto para el conductor como para otros usuarios de la carretera.

Según la DGT, la "única tasa verdaderamente segura es 0,0 g/l". Si un conductor arroja un resultado superior a 0,6 mg/l en aire espirado o 1,2 g/l en sangre, se considera una tasa de alcohol constitutiva de delito según el Código Penal en su artículo 379.2.

En este caso, el juez decidirá si aplica una pena de prisión de 3 a 6 meses o una multa de 6 a 12 meses. Además, el conductor perderá el derecho a conducir vehículos a motor durante un período de 1 a 4 años y se le impondrá una sanción económica de hasta 500 euros, con la retirada de seis puntos del carné de conducir.