Cati Gayà, primera mujer oficial de la Policía Local de Manacor: "He aprendido a tener templanza"

Manacor recientemente ha incorporado a la primera mujer oficial de la Policía Local del municipio. Cati Gayà, el pasado 18 de diciembre tomó posesión del cargo en el Ayuntamiento enfrentándose a esta nueva etapa, después de 26 años en el cuerpo, “con mucha ilusión y también con muchos nervios”. Un mes después de que el alcalde Miquel Oliver le pusiera los galones, la oficial hace balance y nos acerca a la figura de la mujer dentro del cuerpo.

¿Qué supone para usted ser la primera mujer oficial de la Policía Local de Manacor?

Cuando juré la constitución y el alcalde Miquel Oliver me puso los galones reconozco que me sentí muy bien, pero como son muchos años trabajando en el mismo sitio, también me inquietaba pensar en la relación que a partir de ahora iba a tener con los compañeros.

¿Y cómo han recibido ellos la noticia?

Precisamente son los que dan más importancia al hecho de ser la primera mujer oficial de la Policía Local de Manacor. Yo no le doy tanta ya que siempre he pensado que si hay pocas mujeres policía es porque no termina de resultar una profesión atractiva para las chicas jóvenes.

¿A qué se debe, por qué no resulta atractiva?

Cuando estuve de Policía Tutor en los institutos me di cuenta de que la visión que hasta ahora tenían muchas de ellas sobre la profesión es que ésta era muy masculina. Les decía que eso no era así, que una mujer policía puede ser perfectamente femenina y arreglarse igual que una mujer que se dedique a otra profesión.

Es decir, que a pesar de los avances sociales ¿aún hay incluso entre las propias mujeres una percepción de la realidad muy ligada a falsas creencias y estereotipos?

Sí, totalmente. Fuera del cuerpo sí. Hubo un tiempo que trabajé en la nocturna y recuerdo que un día que llevé por la mañana a mis hijas al colegio, unas mamás me dijeron ‘pero qué haces como un hombre dentro de un coche por la noche’. Yo me quedé asombrada y le respondí: ‘pues patrullar, ¡es un compañero!’
Al final, se habla mucho de feminismo, de igualdad, pero desgraciadamente a veces somos las propias mujeres las que juzgamos y nos ponemos trabas.

No obstante, lo cierto es que dentro de la Policía aún hay muy pocas mujeres en cargos elevados….

Pero por una cuestión de volumen. Es decir, como somos pocas promocionamos menos. Actualmente, de los más de 90 policías que hay en Manacor, solo 14 son mujeres. Las que han entrado ahora, y las que vendrán, están muy bien preparadas; tiene estudios superiores, muchas ganas y carácter, que eso es también importante para promocionar. Y seguro que llegarán.

Por tanto, no es una cuestión de desigualdad…

Yo jamás me he sentido discriminada ni he visto ningún tipo de discriminación por ser mujer dentro del colectivo. Tampoco por parte de mis superiores. Desde que entré, siempre me han tratado igual que a un hombre y me han apoyado mucho como es el caso de los por entonces inspectores jefes de Manacor; Truyols y Sureda.

De hecho, el inspector jefe actual, Manuel Prieto, siempre me ha apoyado y una vez que aprobé las oposiciones de oficial me ha manifestado su total confianza, al igual que el inspector de Porto Cristo, Ángel Duro.

Creo que la discriminación más bien, como digo, está fuera del colectivo y, en gran media, parte de las mismas mujeres.

¿Por cierto, cuántos policías se presentaron para el puesto de oficial?

Fue por promoción interna. Para cubrir un total de tres plazas nos presentamos 8 policías; siete hombres y yo. Quedé la primera, algo que me alegró mucho porque, aunque en esta convocatoria no se aplicaba la Ley de Paridad debido al volumen de plazas, no quería quedar la tercera y que se pensase que me la habían dado por ser mujer.

¿Era la primera vez que accedía a la plaza en Manacor?

Sí, aunque hacía años que tenía ganas de presentarme. De hecho, en 1999 hice un curso de oficial, pero cuando salió la convocatoria no pude acceder porque no tenía la antigüedad. Para la siguiente, hace ahora 17 años, tenía ya dos hijos pequeños y en ese momento no estaba animada, así que lo dejé pasar hasta ahora que por fin he cumplido mi ilusión.

¿Y en estos años, echando la vista atrás, qué ha aprendido?

A tener templanza. Después de hacer tantos servicios, de ir a tantos accidentes con heridos, incendios… siendo muchas veces los primeros en llegar, tienes que lidiar con todo y actuar concentrándote y centrándote en lo que haces, en el conflicto, sin pensar en nada más. Manteniendo ante todo la calma porque hay mucha gente que depende de ti. Además, debemos tener empatía, ponernos en el lugar de la persona que te requiere y ser asistencial.

¿Cuáles son sus nuevas funciones?

Organizar las patrullas por la mañana, distribuir las funciones y coordinar y supervisar los servicios. En el caso de que haya un operativo complicado, o cuando surge un problema, la patrulla nos requiere en el lugar y damos apoyo.
Por otro lado, los oficiales también nos encargamos de informar a sus superiores de las actuaciones y novedades durante el servicio.

¿Y las principales luchas del municipio en materia de seguridad y las dificultades con las que se has encontrado?

En general, Manacor es un pueblo tranquilo y los problemas mayores suelen producirse en el fin de semana. Por ejemplo, solemos intervenir en peleas entre personas de diversas nacionalidades; en conflictos de pareja porque, aunque la competencia es de la Policía Nacional, nosotros también vamos y también intervenimos en muchos conflictos vecinales y en asuntos de tráfico. En verano, con el turismo, hay mayores incidencias.

¿Por último, cuál es su objetivo en su nueva etapa?

Hacerlo lo mejor posible, estar a la altura de las circunstancias y que los compañeros me respeten. Que precisamente nadie juzgue y diga que hago una cosa mal en mi nuevo puesto por ser mujer.